jueves, 5 de mayo de 2011

Bienvenid@s


 aquí la fuente.

El otro día en la sala de profesores comenté con una compañera un problema que tengo en mi tutoría que posiblemente todos podremos encontrar en algún contacto alguna vez. Ella me contó desde su experiencia de docente, madre, amiga y humana qué haría si fuese yo ante mi problema, me pasó teléfonos, me dijo cómo hablaría con la madre de la chica, nombres de asociaciones... La verdad es que me sentí profundamente afortunada por coincidir con una persona tan sensible que me escuchaba e implicaba así de activamente. 
¿Por qué no puedo hacer lo mismo con quien quiera participar y no coincida físicamente conmigo? ¿por qué no compartir estos consejos con quien posiblemente tenga el mes/año que viene este problema? ¿por qué no implicar también a personas ajenas a la Educación? Mi formación y preparación de clases de Matemáticas no me acerca más a problemáticas que puedan surgir en la adolescencia.
Y si hay alguien que entienda por ahí cómo hacer que las funciones les gusten a los chiquillos... ¿por qué no utilizar este medio también para contar este secreto? cositas útiles de matemáticas, formas de evaluar, la unidad didáctica en sí... Quiero proponer un pensamiento colectivo a través de este medio para crecer y sacar más partido a las horas que puedo pasar en contacto con los adolescentes. 
Abro la sala de profesores a quien quiera sentarse un rato.

Caeré en todos los estereotipos de nueva profesora ilusionada, pero me da igual, en unos añitos leeré por aquí inseguridades pero también llena de ganas, ¿me acompañas?